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El acompañamiento a familiares durante y después de la ELA

El servicio de psicología de la FMQV no solo puede estar presente a lo largo del proceso de la enfermedad de la ELA/MMN, sino que también puede acompañar a los familiares durante el proceso de pérdida de la persona querida.

Se entiende el proceso de duelo como un proceso único, irrepetible y dinámico, caracterizado por una gran variabilidad individual y también temporal, dónde las reacciones están condicionadas por la personalidad, la propia biografía, y la cultura de la persona. A lo largo del periodo puede darse una tormenta de emociones y vivencias contradictorias con presencia de dolor (empezando a percibir progresivamente la realidad de la muerte). Suele haber también soledad y cierto aislamiento. Este proceso significa renunciar definitivamente a toda esperanza de recuperar a la persona, con periodos de normalidad cada vez mayores. El recuerdo es cada vez menos doloroso y se asume continuar viviendo, estas reacciones pueden durar entre uno y dos años. Son reacciones que se consideran normales dentro de la pérdida, tienen una función de adaptación a la vida sin la persona querida, permitiendo el restablecimiento del equilibrio roto y posibilitando la elaboración de nuevos vínculos (Saavedra, Barreto i Díaz-Cordobés, 2016). Hay que recordar que, en principio todos tenemos recursos para poder hacer frente a una pérdida, y no tiene por qué ser necesaria una intervención psicológica o la administración de fármacos cuando el Duero es un proceso natural y normal. No obstante, en algunos casos se puede percibir la experiencia de la pérdida como una vivencia trágica, con dificultades para recuperarse y de la que intuimos que se puede acabar desarrollando algún tipo de complicación en el duelo. El servicio de psicología se encarga de valorar los criterios presentes en el familiar y favorecer que siga un proceso natural como es el duelo no se convierta en un trastorno de salud.

Cuando el servicio de psicología está presente a lo largo del proceso de la enfermedad se puede empezar a trabajar de manera anticipada, dando especial relevancia a la prevención para anticipación y resolver, a medida que se posible, aquellos indicadores que puedan complicar el proceso posterior.

Algunas de las funciones que realiza el servicio de psicología dentro de estos acompañamientos y apoyos a la familia a lo largo del proceso de duelo son: normalizar y orientar sobre momentos de mayor vulnerabilidad, facilitar la expresión emocional, fomentar la recerca de soporte familiar o social, promover y validar la autocura, identificar y prevenir posibles situaciones de duelo complicado o duelo patológico, ayudar a identificar las fortalezas y los propios recursos y determinar el diagnóstico diferencial entre el duelo normal y el patológico; derivando si es necesario, al especialista si se detecta presencia de sintomatología compatible con el duelo complicado o patológico.

Por parte del departamento de psicología de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls garantizamos la posibilidad de poder recibir apoyo si estáis atravesando por la pérdida de un familiar afectado por esta enfermedad; realizando una entrevista y orientando en el tipo de apoyo que sea más apropiado a las necesidades presentes.

Departamento de Psicología de la Fundación Catalana d’ELA Miquel Valls

Bibliografía:

Batiste, X., Maté, J. i Mateo, D. (Obra Social “la Caixa”), Manual per a l’atenció psicosocial i espiritual a persones amb malalties avançades (pp. 346-348).

Payas, A. (2010). Las tareas del duelo. Barcelona: Paidós.

Saavedra, G., Barreto, P. i Díaz-Cordobés, J.L. (2016).  

Abordatge individual. Facilitant el procés normal de dol. En Barbero, J., Gómez.

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Diferentes duelos en el transcurso de la enfermedad. ¿Cómo los gestionamos?

El día 21 de octubre de 2022, Sandra Blavi psicóloga de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls (adherido al Programa para la Atención integral a personas con enfermedades avanzadas de la Fundación “La Caixa”) y la neuropsicóloga Greta García del Hospital del Mar impartieron una charla de cariz participativo “Diferentes duelos en el transcurso de la enfermedad. ¿Cómo los gestionamos?” dentro de la V Jornada sobre ELA para pacientes, familiares y cuidadores del Hospital del Mar.

En la exposición, se puso de relevancia un aspecto como es el del proceso de duelo relacionado con una enfermedad que va evolucionando y genera múltiples pérdidas más allá de la idea de duelo relacionada con la muerte.

Considerando la aportación de Iosu Cabodevilla (2003), entiende el duelo como “una pérdida significativa, cada desprendimiento (“desapego”) de una posición, objeto o ser querido provoca una serie de reacciones o sentimientos que nos hacen pasar por un período que llamamos luto”. Por tanto en esta línea podemos pensar que, más allá de las propias pérdidas funcionales evidentes que la enfermedad puede provocar hay unas pérdidas secundarias que pueden no ser tan palpables ni evidentes pero que no por eso son menos relevantes. Se dio espacio a hablar de pérdidas tan importantes como los roles, es decir, a todas aquellas conductas o funciones que uno venía desarrollando (o que se esperaba de la persona) y que ahora por la enfermedad no se pueden desarrollar, dando espacio al impacto evidente que esto puede suponer, así como de las relaciones sociales y los cambios que la enfermedad puede suponer en actos tanto sociales como la interrelación, ir a comer fuera, ir a beber, etc. Por otra parte, el cambio en nuestra forma de actuar, puede dar lugar a cambios en la identidad; la percepción de uno mismo, aquellas características que nos caracterizan (“valga la redundancia” y al mismo tiempo nos diferencian del resto). En referencia a esta última idea, ¿qué pasa si yo por ejemplo, era una persona muy cuidadora y ahora necesito más ayuda? ¿Cómo me hace sentir todo esto? ¿Pido cuando realmente lo necesito o estoy posponiendo y cuando lo acabo haciendo me siento mal? Probablemente la enfermedad hará que viene en la posición de cuidador como la de afectado el pedir ayuda me confronte con el funcionamiento previo de la persona.

Es importante dar el espacio que se merece a todas estas pérdidas que quizás pueden pasar desapercibidas o que quizás culturalmente no acaban de tener mucha conciencia del malestar que pueden generar, y en especial a cómo afectan emocionalmente (tristeza, rabia, miedo, culpa). ..). Se dio espacio también a reflexionar sobre las funciones que estas emociones tienen en el propio proceso de pérdida, así como se trató el momento del diagnóstico, momento de alto impacto y de pérdida de la salud. No se tuvo en cuenta si la persona es cuidadora o afectada por la ELA, porque al final como humanos que somos, cada uno dentro de su rol experimenta unas pérdidas. Ante una pérdida, es necesario realizar su proceso en el que la persona necesita ir reequilibrando a nivel interno pero también a nivel externo la nueva situación, con la idea de ir reorganizando unos nuevos esquemas mentales más ajustados. Bien, la adaptación se hace como individuos pero también dentro del sistema familiar en el que cada uno se ve inmerso, por tanto, como familias también hay que realizar este proceso.

A lo largo de la sesión se pudo interactuar con preguntas para tomar conciencia sobre el funcionamiento personal y se trataron diversas estrategias para poner de relieve la gestión emocional, la toma de conciencia de los propios recursos personales, entre otros, a la hora de favorecer el duelo; entendido como un proceso.

En todo caso, sabemos y somos conocedores de que hay momentos en los que el impacto puede ser muy grande, demasiado como para poder hacer este camino en solitario, en otras ocasiones podemos estar preparado y no saber demasiado bien cómo poder hacer para ir desbloqueando y asimilando todo ese entramado. Si es así, si crees que necesitas consultar o ayuda en este camino, puedes ponerte en contacto con el servicio de psicología de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls, valoraremos tus necesidades para acompañarte.

Departamento de Psicología
de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls
Equipo EAPS-ELA Programa para la Atención integral a personas con enfermedades avanzadas
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Cómo vivimos la investigación si tenemos ELA

La investigación, en general, es una temática que genera interés en la ELA/EMN (Esclerosis Lateral Amiotrófica / Enfermedad de la Motoneurona). Esta enfermedad es neurodegenerativa y actualmente no tiene tratamiento curativo. Por este hecho y por sus características, hay una gran necesidad de realizar investigación básica y clínica con el objetivo de poder conocerla, así como encontrar algo que pueda frenar/modificar la evolución de la misma.

Creemos importante que todos estemos al día de los ensayos clínicos que se están llevando a cabo en la actualidad y los que en un futuro comenzarán.

Probablemente os habrá llegado la información de que el pasado mes de agosto se detuvo, de forma precoz, el estudio fase III con Ravulizumab, por falta de eficacia. Algunos de los que estáis leyendo este artículo no sólo sois simplemente conocedores, sino que habrá a quien le habrá afectado en primera persona, ya que podía estar participando en él, y habrá tenido que finalizar la continuidad, con lo que supone haber dedicado un tiempo y esfuerzos, desplazamientos hasta el hospital donde se realizaba el ensayo, las esperanzas depositadas, cambios en la rutina, entre otros.

Aquí posiblemente habría que parar un momento y hacernos la pregunta sobre cuáles son las motivaciones que nos llevan a participar en un estudio: ¿estoy participando en el estudio con un objetivo personal con unas expectativas de mejora? O bien, ¿estoy con la idea de aportar y contribuir en el avance futuro del tratamiento de la enfermedad?

La respuesta puede ser clara en algunos casos, algunos quizá tengan ambas motivaciones y otros pueden observar como las motivaciones han podido ir cambiando a lo largo del tiempo. Dependiendo de cuáles son los motivos que nos llevan a participar en un ensayo, influenciará de una manera u otra nuestra vivencia cuando se nos comunica que el ensayo debe detenerse por falta de eficacia. Una de las primeras emociones que se pueden experimentar es la frustración por verse truncada la esperanza depositada en un estudio vigente. Pensamos que no deja de ser una pérdida y es muy importante irlo asimilando y trabajando con los propios recursos personales y familiares. Sin embargo, siempre que sea necesario se podrá contar con el apoyo del servicio de psicología de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls, que además forma parte del Programa para la Atención integral a personas con enfermedades avanzadas de la Fundación «la Caixa».

Esta vivencia de la que estábamos hablando también aparecería ante el deseo de querer participar en un estudio y quedarse a las puertas por no cumplir con los criterios de inclusión o estar preocupados por el hecho de pensar que se puede estar tomando la medicación placebo y que por lo tanto uno no se está beneficiando del medicamento que se está probando. Un estudio está diseñado de forma rigurosa y debe ser aprobado por un comité de ética. Esto conlleva no poder hacer variaciones sobre la marcha ni poder modificar los criterios de inclusión predeterminados para que los resultados quedarían contaminados. No hay un estudio menos ético que aquel que está mal hecho. Es contraproducente seguir adelante con un ensayo que se observa no ser eficaz, alimentando las esperanzas de las personas afectadas y sus familiares.

A grandes rasgos, los objetivos de una investigación, en función de la fase en que se encuentran, consisten básicamente en evaluar la seguridad del medicamento (no generar efectos adversos) y valorar la eficacia de éste en forma de ralentización de la progresión de la enfermedad y/o paliación de los síntomas.

Hemos empezado hablando en el artículo de la interrupción precoz del estudio fase III que evaluaba la eficacia del fármaco Ravulizumab y en la vivencia que esto nos puede suponer. Sin embargo, consideramos importante seguir apostando por la ciencia a través de otros ensayos en curso que ayudan a seguir contribuyendo en obtener información sobre la enfermedad y la búsqueda de tratamientos futuros. La Fundación Catalana de ELA Miquel Valls, en consenso con los equipos investigadores, enviaremos aquella información que creemos que puede ser útil.

Por último, recordar que, está bien implicarse con la enfermedad y las investigaciones (siempre y cuando sea a través de fuentes y plataformas fiables como los equipos médicos de las unidades de referencia de los Hospitales, y/o el TRICALS) pero por otra parte, también es importante que cada uno pueda considerar la cantidad de tiempo invertido en la búsqueda, para que esto no suponga un desgaste ni reste energía a la hora de disfrutar de otros aspectos importantes en la vida como, por ejemplo, compartir tiempo con familia y amigos, dedicar tiempo a uno mismo o a actividades que aportan placer. Es importante vivir el momento.

Departamento de Psicología de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls.

Programa para la Atención integral a personas con enfermedades avanzadas de la Fundación «la Caixa».

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Si eres una persona cuidadora, CUÍDATE

Desde el departamento de Terapia Ocupacional creemos en la importancia de cuidarnos. De la concepción de que para poder cuidar a otro nos tenemos que cuidar a nosotros mismos.

Cuidar a un familiar con ELA provoca en la persona cuidadora un desequilibrio ocupacional. Provoca que aquellas rutinas, horarios, tareas que realizaba antes del proceso de enfermedad del familiar se tengan que modificar y adaptar a la situación y, a su vez, sobrellevar la carga emocional que implica una enfermedad como la ELA. Este desequilibrio provoca en la persona cuidadora un estado emocional y físico en continuo cambio al que debe adaptarse.

Para que este cambio se produzca de la mejor manera debemos cuidar algunos aspectos, y uno de los más importantes es el esfuerzo físico que asumimos como cuidadores.

En el momento en que el cuidador/familiar se encarga de todas aquellas tareas físicas que ya llevaba a cabo antes, y además ahora también otras, podemos encontrarnos en una situación de agotamiento. Este agotamiento va ligado a lo que llamamos sobrecarga de la persona cuidadora.

Cuando una persona está en sobrecarga implica que la carga física y emocional soportada ha alcanzado un límite. A partir de aquí, conseguir un equilibrio (entre lo emocional y lo físico) es muy complicado. “Cuando estamos agotados físicamente, lo emocional queda aparte.” Por tanto, es importante velar por aquellas pequeñas cosas que podemos controlar en nuestro día a día como cuidadores/as para no cargarnos a nivel físico innecesariamente.

La ergonomía del día a día es muy importante y nosotros, como terapeutas ocupacionales, debemos procurar que el cuidador esté en el máximo confort posible.

Teniendo en cuenta que las personas cuidadoras y familiares no suelen tener descanso, es decir, que están 24h atendiendo a la persona afectada (ya sea por un diagnóstico de ELA u otro tipo de enfermedad), debemos cuidar cómo nos posicionamos y de las tareas que realizamos a lo largo del día.

Por eso, queremos mencionar algunos consejos básicos posturales que pueden ayudar:

  • Cuidar la postura a la hora de sentarse: tener apoyada la espalda y ambos pies en el suelo.
  • Cada vez que cargamos peso desde el suelo, debemos procurar agacharnos a cuclillas con el peso delante y la espalda recta. Cuanto más cerca esté el objeto del cuerpo mejor.
  • Al coger un objeto desde el suelo debe colocarse un pie delante y uno detrás del objeto a coger para no cargar la zona lumbar.
  • A la hora de realizar tareas de pie debemos procurar que la altura de la mesa, cama, etc. Nos quede de fácil acceso (nuestros brazos deberían estar a unos 90 grados).
  • Tratar de hacer ejercicio en la medida de lo posible para reforzar musculatura.

Si como cuidadores/as i familiares de una persona afectada de ELA, creéis que estáis en una situación de sobrecarga no dudéis en contactar con vuestra referente en terapia ocupacional de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls para así poder daros algunas pautas personalizadas sobre vuestra situación.

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Consejos para el buen uso de las sillas eléctricas

Desde la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls os queremos dar algunos consejos y recursos para el buen uso de las sillas de ruedas eléctricas, de esta manera estaremos haciendo un uso óptimo y nos podrá durar mucho más tiempo. Esperamos que os sean de lo más útiles:

  • MANTENER LAS RUEDAS INCHADAS:  Consume menos energía y optimiza el rendimiento
  • CONEXIONES BIEN INSERTADAS: Si estas no hacen buen contacto puede dar errores inexistentes.
  • EVITAR HUMEDADES (Lluvia, almacenamiento en balcones o trasteros, etc.): Estas prácticas pueden dañar las conexiones eléctricas o provocar cortocircuitos.
  • EVITAR GUARDAR LA SILLA EN LUGARES CON TEMPERATURAS EXTREMAS: Una batería en perfectas condiciones y cargada al 100%, tarda aproximadamente 24 meses en perder la mitad de la carga si la tenemos a 20º. La misma batería, a 40º la puede perder en 6 meses.
  • NO DESCONECTAR CABLES DE CIRCUITOS QUE ESTAN ACTIVOS.
  • NO FORZAR LA SILLA: Un ejemplo frecuente de que forzamos la silla es cuando intentamos subir la cera. Si estamos transmitiendo energía mediante el mando y la rueda no puede girar al chocar con la cera, se produce un calentamiento que hace saltar el fusible y la silla queda bloqueada. Cuando sucede esto, nos tenemos que esperar unos momentos y apretar el botón de la caja de baterías para que vuelva a funcionar.
  • SILLA BLOQUEADA: Hay unos modelos de mando, que manteniendo el botón “on/off” apretado un poco más de la cuenta a la hora de parar la silla se bloquea. Al intentar ponerlo en marcha, se ilumina de un lado hacia el otro y se vuelve a parar. En este caso se tendrá que hacer lo siguiente: poner en marcha y mientras las luces van de un lado al otro, apretar dos veces el claxon.
  • BATERIAS. Para garantizar y alargar su rendimiento hemos de seguir las siguientes instrucciones de carga:
    • Hacer cargas enteras
    • Evitar descargas profundas
    • Cargar una vez al mes, aunque no se utilice.
    • Conectarla bien durante la carga, es decir, mirar que los enchufes estén bien introducidos: Paredes / cargador / mandos.
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La figura de la psicóloga de la FCEMV en las Unidades de ELA de los hospitales

El servicio de psicología de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls, miembro Programa de Atención integral a personas con enfermedades avanzadas de la Fundació “la Caixa”, a parte de la atención domiciliaria que realizamos, ofrecemos también atención a las unidades especializadas de Esclerosis lateral Amiotrófica y la enfermedad de la motoneurona.

Actualmente estamos presentes en tres hospitales, siendo miembros de las Unidades especializadas de la enfermedad del:

  • Hospital Universitari de Bellvitge
  • Hospital del Mar
  • Hospital de Sant Pau i la Santa Creu

La presencia del psicólogo suele darse en aquellos momentos en los que el paciente o familiares manifiestan de forma explícita la demanda, ante la comunicación de malas noticias, ante la dificultad a la hora de adaptarse a la enfermedad de la motoneurona, entre otras situaciones.

Siempre que se detecte la necesidad, se podrá recibir apoyo psicológico especializado a la unidad. Al tiempo que, se respetará la reticencia o negación a recibir apoyo emocional específico.

El objetivo de las visitas será minimizar el sufrimiento del paciente, ofreciendo contención emocional a través de un clima de confianza. Teniendo en cuenta las necesidades y preocupaciones existentes, potenciando todos aquellos recursos con los que cuenta la persona y que, permiten tener una mayor sensación de control respecto a la situación. Dado que ni el contexto ni la frecuencia son los más favorables para poder realizar un seguimiento psicológico, se podrá valorar iniciar seguimiento psicológico en el domicilio.

Respecto a la familia también se puede ofrecer apoyo emocional. La intervención puede ir dirigida a explorar y aclarar dudas, ayudando a la familia a organizarse y a participar activamente en el cuidado y expresión de afecto hacia el paciente, potenciando los recursos para aumentar la sensación de control sobre la situación, proporcionar información que facilite el afrontamiento de situaciones difíciles y prevenir posibles bloqueos. Asimismo, se ofrecerá atención y elaboración del duelo anticipado, favorecer la despedida e informar de los recursos sobre la ayuda psicológica. Igualmente se podrá contar con un seguimiento a nivel domiciliario.

En caso de que el paciente esté ingresado o se encuentre en urgencias, se valorarán las necesidades emocionales, sociales y ocupacionales que puedan presentar la raíz del ingreso; con la idea de minimizar el sufrimiento subjetivo.

Se dará apoyo emocional por la información recibida, al tiempo que se acompañará en la toma de decisiones, si hace falta.

Existe la posibilidad de poder concertar una cita con la Coordinadora de la UFMMN del Hospital de Bellvitge para poder aclarar las dudas que puedan ir surgiendo a lo largo del proceso de enfermedad o para recibir información específica sobre medidas invasivas cuando el paciente se está planteando tomar decisiones médicas anticipadas. Estas visitas se realizan de forma conjunta con el neurólogo y el psicólogo. La presencia del psicólogo en esta visita permite ofrecer apoyo a los familiares en caso de que se den malas noticias o la información recibida no se ajuste a las expectativas de la misma, así como minimizar el sufrimiento. En el caso del Hospital del Mar, la unidad también ofrece un espacio donde poder atender al afectado y a la familia fuera de la unidad para poder consultar dudas. Y finalmente, en el Hospital de Sant Pau, se refuerza la vinculación con el equipo multidisciplinario, el cual puede ofrecer al paciente y/o familiares otro día de visita (fuera de lo programado) para atender las necesidades que se procede.

Ante la comunicación de malas noticias puede haber la presencia del psicólogo. Los profesionales médicos son los encargados de darlas, y, ética y legalmente, están obligado a transmitir la información en relación a la situación de salud al paciente. Cuando esto no sea posible, se hará a través de la familia.

Las malas noticias pueden venir dadas por la comunicación del diagnóstico, el empeoramiento del estado del paciente, la comunicación de la necesidad de realizar medidas invasivas, la comunicación del inicio del proceso final de la enfermedad que supone la muerte del paciente, entre otros. Es decir, son aquellas noticias que modifican la previsión de futuro y que por lo tanto suponen un fuerte impacto emocional.

Se tendrá que crear un espacio de confort donde poder realizar la comunicación, recogiendo las emociones que se puedan generar en el momento y dar el apoyo necesario, minimizando la repercusión de la noticia.

Pensamos que es importante que las personas afectadas de ELA, como pacientes que acuden a las unidades especializadas, conozcan nuestra presencia, si es que ya no se conocía previamente. En cualquier caso, se puede pedir por la figura del psicólogo y podremos ofrecer apoyo y dar información personalizada e individualizada para cada caso.

Departament de Psicologia de la Fundació Catalana d’ELA Miquel Valls, membres del Programa d’Atenció Integral a Persones amb Malalties Avançades de la Fundació “la Caixa”.

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Indicaciones básicas para el buen funcionamiento de las baterías de las sillas de ruedas eléctricas

Desde el Banco de Productos de Apoyo de la Fundación queremos hablaros sobre las baterías de las sillas de ruedas eléctricas y sobre cómo cargarlas correctamente para que duren el máximo tiempo posible.

La silla puede llevar baterías de diferentes Amperajes (40Ah, 50Ah, 70Ah…) y de diferentes componentes (GEL, AGM o Litio)

Todo producto nuevo lleva el manual de instrucciones y es dónde debemos ir a buscar la respuesta cuando tengamos alguna duda sobre cargar las baterías.

Los distintos fabricantes dan pequeñas variaciones a la hora de cargar las baterías. Pero sí coinciden en medidas que son básicas para cualquier tipo.

  • No llevar las baterías al límite.
  • No utilizar la silla a pleno rendimiento durante mucho rato.
  • No descargar hasta llegar a las luces rojas.
  • Hacer las cargas completas, es decir dejar todo el rato que haga falta para que las baterías hagan el ciclo completo de carga (os recomendamos poner a cargar en el momento que vayamos a dormir y que esté enchufado toda la noche)

Aparte de esto debemos tener en cuenta…

  • En baterías nuevas se recomienda una carga inicial de 12/24h.
  • Utilizar el cargador recomendado por el fabricante.
  • Repasar que todas las conexiones de carga estén bien enchufadas.
  • Si no tenemos que utilizar la silla durante un tiempo, la recomendación sería dejar la silla al máximo de carga y una vez al mes, realizar un ciclo de 12h.
  • No va bien que las baterías estén expuestas en un sitio donde la temperatura sea muy baja o muy alta.
  • Si sabes que al día siguiente vas a utilizar mucho la silla, haz un ciclo de carga larga aunque el indicador marque al máximo.

Éstas son las recomendaciones y medidas generales para cualquier silla de ruedas eléctrica, si se siguen podemos alargar la vida útil de estas mucho tiempo. Si tenéis alguna duda o cuestión sobre este tema no dudéis en poneros en contacto con las terapeutas ocupacionales o los técnicos de los Banco de Productos de Apoyo de nuestra entidad que podrán ayudaros

Departamento de Terapia Ocupacional y Banco de Productos de Apoyo de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls

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Si mi pareja tiene ELA, ¿Cómo puedo afrontarlo, qué debo hacer y cómo me he de cuidar?

Un momento en la vida que nunca se desea que llegue es cuando la persona que has escogido para caminar de la mano por la vida le diagnostican una enfermedad neurodegenerativa. Sentir como de repente todo cambia, su vida y la tuya misma. No es nada fácil para ninguno de los dos; y, en muchos casos, pone a prueba la relación. 

Por eso, es importante que se tengan claros dónde están los límites de la ayuda y del apoyo emocional que, como pareja, se pueden ofrecer.

Si eres la pareja, o un familiar próximo de alguien que le acaban de comunicar el diagnóstico de una enfermedad neurodegenerativa, como la ELA, puede ser difícil saber qué decirle o hacer por él o ella. Principalmente porque antes de actuar, y/o decir algo sería conveniente asimilar primero nosotros el diagnóstico. 

La mayoría de las veces actuamos de manera automática y la primera respuesta que nos sale es “todo va a salir bien, no te preocupes”. Es una respuesta que sale directa desde el corazón, desde el deseo más personal de que nuestro ser querido no sufra y querer calmarlo. Frase mágica, perfecta e ideal para que nuestra pareja se sienta mejor, no hay. Cada uno de nosotros somos únicos y lo que necesitamos escuchar en esos momentos también lo es. 

Lo que nos hace iguales en este tipo de situaciones es encontrarnos ante el abismo de recibir un diagnóstico como este, ¡que nos cambia todo! Todos somos personas, seres humanos, en aquel momento estamos despojados de todo aquello material que nos adorne. No se hace diferencia; por edad, por sexo, ideología política, nivel socioeconómico o cultural. En esta situación, quizás lo que más son las sensaciones, el tacto con el otro. Y no una cuestión de tener o crear la palabra, o frase perfecta para demostrar a nuestro ser querido, que estamos a su lado en ese momento. Si no se sabe que decir, preguntar si hay algo que puedes hacer y asegurarte de que la persona sepa que estás ahí y disponible para él o ella. Puede ser más fácil para quien ha de recibir la atención, si se le ofrecen opciones como; “te hago la compra”, “te pongo la lavadora”. Que no, si se le da una opción abierta, “llámame si necesitas algo”. Con esa frase la responsabilidad recae sobre la persona enferma, y en esos momentos la intención es no sobrecargar a quien acaba de recibir en primera persona el diagnóstico. 

Al mismo tiempo, no debemos de olvidarnos de nosotros mismo, como pareja de quien está enfermo, y como ser humano que somos. Nuestra vida también da un vuelco, y sentimos su dolor, y el nuestro propio. A veces podemos caer en el autoengaño de decirnos; “no pasa nada me contesta así porque está enfermo”, “no le puedo decir que me hable bien porque él está enfermo”. Surgen sentimientos en ocasiones de ambivalencia, “lo quiero, pero no me gusta que me trate así”. El cuidado de personas con ELA conlleva a una sobrecarga tanto física como emocional, es sano dejarse ayudar y acordar con nuestro ser querido unos momentos para nosotros mismo, y otros para la relación de pareja. No solo para la relación de persona enferma y cuidador. Más difícil es de manejar para el familiar en aquellos casos que pudiera existir también una afectación de tipo cognitivo. Saber poner unos límites a como nos gusta que nos traten no es ser egoísta, al contrario, es cuidarnos para poder cuidar después nosotros.

Los pacientes también necesitan un descanso de sus enfermedades. Pero en personas afectadas de ELA nos encontramos que quizás no tengan la fuerza suficiente como para estar fuera de casa por más de una o dos horas. Recordar preguntar si hoy le apetece salir, si quiere que lo recojas y lleves en coche, saber si el sitio al que se va está libre de barreras arquitectónicas, si está adaptado al estado físico actual del paciente.

Preguntar cómo lo están llevando y adaptándose a esta nueva situación. Esto les permite tener un espacio para compartir con los demás todo aquello que deseen. Sí en esos momentos parece que no están muy bien, es importante poder hacernos presente tanto física, como emocionalmente. No tener prisa y sentarnos a su lado a escuchar en que necesitan que les acompañemos. Ya sea haciendo gestiones, llevándolos algún sitio, escucharlo, estar presente, disponible y respetar los momentos de silencio. Tu ser querido podría sentir consuelo con solo el hecho de que estés a su lado, sabiendo que estás ahí para él.

Otro momento complejo y evitado en la gran mayoría de ocasiones tanto por las personas afectadas de ELA como por parte de sus seres queridos, es el momento de hablar sobre temas relacionados con el final de la vida. Tanto por las decisiones médicas, como por dejar todos los papeles en orden. El saber que pueden hablar con sus seres queridos cuáles son sus deseos en esos momentos, es algo que podría brindarles algo de paz interior, como que pueden seguir tomando decisiones.

Finalmente, os dejamos con algunas recomendaciones para cuidarte tú y poder cuidar a la pareja afectada de ELA:

  • Si quieres ayudar a alguien debes cuidarte, no te debes agotar. Cuidarte físicamente y también emocionalmente. Dentro de lo posible no dejes tus aficiones o tu trabajo de lado. Dedica tiempo a ti y a tus amigos.
  • Trata a tu pareja como la has tratado hasta ahora y no como un niño. Es una persona adulta.
  • Comparte con él o ella, los sentimientos relacionados con la situación que estáis viviendo. Escucha y comprende sus demandas, al mismo tiempo que compartes tus emociones con él o ella.
  • No des por sentado nada y pregúntale qué necesita. Que él siga tomando decisiones y participando en la toma de decisiones a todos os niveles.
  • No te avergüences ni te sientas frustrado si ya no puedes más. Es muy normal que necesites ayuda externa y debes y puedes poder recibirla. 

Desde la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls, el equipo de psicología, que formamos parte del Programa para la Atención integral a personas con enfermedades avanzadas impulsado por la Fundación “la Caixa”, estamos para acompañaros en este proceso.

Departamento de Psicología
de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls
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El duelo y la medicación

El duelo más conocido es el que vivimos después de la muerte de alguien y en el que experimentamos “dolor” asociado a esta pérdida. Para acompañar este proceso, en todas las culturas se dan unos rituales que facilitan, desde un punto de vista social, favorecer espacios para dar apoyo a las personas que se encuentra en proceso de duelo. En nuestra sociedad, pero, cada vez son menos habituales estos rituales. Nos encontramos inmersos en una tendencia a negar la realidad de la muerte. La muerte se oculta, se circunscribe a los hospitales para no verlo en casa. Podríamos afirmar que la sociedad actual va en una dirección muy marcada de acercamiento al que nos proporciona placer y de alejamiento de todo lo que nos genera malestar.

Esta tendencia de búsqueda del placer nos puede llevar a recorrer, de manera desproporcionada, a la evitación del sufrimiento. Por ejemplo; no querer pensar en la situación temida («no quiero hablar»), no quiso hablar del tema («no quiero hacer sufrir a los demás con mis problemas»), estar permanentemente ocupado en otra cosa ( «me centro en la trabajo y nada más») o tomar medicación en exceso (» si estoy dormido, no sufro y nada me importa»). Optar para esta estrategia dificulta el manejo de emociones como: la frustración, la tristeza o la rabia.

Si hay una máxima en la terapia del duelo es que este hace daño y no podemos hacer nada para evitarlo, debemos pasarlo, debemos elaborarlo. No podemos vivir de espaldas a una emoción -en este caso, el dolor- que se está manifestando.

Los recursos con que contamos para afrontar el duelo tienen que ver con la propia capacidad para aceptar la realidad, la gestión que hacemos de las emociones, la sensación de apoyo que percibimos por parte de nuestro entorno, como lo vive nuestra familia, cuidar del descanso, la alimentación, el ejercicio físico, el cuerpo, leer sobre el duelo, pasear, buscar recogimiento, escribir, estar en silencio, ordenar recuerdos, hablar de lo que pensamos, compartir, buscar lo que nos relaje, nos anime o nos cuide entre otros.

El trabajo de duelo requiere de la activación de recursos personales que nos permiten afrontar este proceso, con el apoyo de personas de nuestro círculo social y familiar, así como con nuevas estrategias de funcionamiento que no habíamos puesto en práctica anteriormente y que aprendemos a raíz de la experiencia de pérdida.

Por supuesto otra opción a la que podemos acceder es la medicación. En algunas ocasiones puede ser necesaria y está más que justificada, pero a veces recurrimos con demasiada rapidez a lo que nos libera momentáneamente de sentir nuestras emociones; cuando experimentarlas, aprender a gestionarlas y drenar este dolor es una parte fundamental.

Hay que procurar no recurrir a la medicación como una forma de fuga y/o de anestesia emocional del dolor, porque entonces estamos convirtiendo la ayuda en un problema. Al optar por la medicación como recurso principal, puede bloquear esta expresión emocional. Cuando está controlada por el médico, adaptada a nuestra necesidad clínica y limitada en el tiempo, puede resultar de ayuda cuando los sentimientos, emociones y sensaciones físicas nos desbordan, son incontrolables y nos incapacitan para afrontar el día a día. Los síntomas del duelo señalan cuestiones que debemos elaborar, atender, observar y mirar con detenimiento para poder ir cerrando la herida. Suprimir el dolor sin realizar este trabajo podría llevarnos a hacerlo crónico. La medicación puede paliar y mitigar las sensaciones desagradables, pero en ningún caso por sí sola puede resolver el duelo.

Tal como menciona Payàs (2014), si estás en duelo y a manos de un médico y te estás planteando la posibilidad de tomar medicación recuerda los dos criterios que debes tener en cuenta en caso de que finalmente decidas tomarla:

                – Es un apoyo transitorio, es decir, limitado en el tiempo, con la perspectiva que habrá dejarlos.

                – Es necesario que lo complementes con un apoyo terapéutico adicional, individual o en grupo.

Es importante que si estás tomando medicación prescrita por otras condiciones médicas previas al duelo consultes con tu médico. No dejes ninguna medicación sin haberlo hablado con un profesional.

En resumen, terapia y medicación no son antagónicas, por supuesto, cada caso es único y como tal debe ser atendido según las necesidades de la persona.

Como siempre, podéis contar con los profesionales de la Fundación Catalana de ELA Miquel Valls para asesoraros y daros apoyo si necesitáis este acompañamiento en el duelo relacionado con la muerte de una persona afectada de ELA.

Bibliografía:

Losantos, S. (2019, febrer). Duelo y medicación: pros y contras [Entrada blog].

Pastor, P. (2019, gener). El exceso de medicación en el duelo [Entrada blog].

Payàs A. (2014). El mensaje de las lágrimas. Una guía para superar la pérdida de un ser querido. (1ª ed.). Barcelona: Paidós.

Sáez de Ibarra, A. (2016, setembre 8). Entender el duelo y su tratamiento [Entrada blog].

Departament de Psicologia de la Fundació Catalana d’ELA Miquel Valls, membres del Programa d’Atenció Integral a Persones amb Malalties Avançades.

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